Cómo hacerse rico 13 marzo 2008

Todos queremos hacernos ricos, o por lo menos lo suficientemente ricos para tener lo que no tenemos. ¿Y qué no tenemos?

Hay gente que quiere una casa mayor.

Un coche más grande.

Viajar y vivir de lujo.

Tener seguridad en el futuro.

O simplemente no trabajar.

Para lograr todas estas cosas  podemos hacer dos o tres cosas:

a) Robar

b) Comprar Lotería

c) Crear una empresa.

d) Trabajar en algo muy bien pagado y sin competencia.

A la mayoría de la gente, Robar no le apetece mucho por el riesgo que comporta. Trabajar en algo muy bien pagado significa una media de 10 años de estudio y especialización, algo difícilmente lograble si se trabajan 8 horas al día.

Crear una empresa significa arriesgar un poco de capital y en sus primeras etapas es poco compatible con un trabajo por cuenta ajena, por lo que la gente por lo general se decanta por «invertir en Lotería».

«Invertir» en Lotería es una de las peores inversiones que un inversionista puede hacer, ya que la probabilidad de tener éxito es en muchos casos, 1 entre un trillón (1.000.000.000.000.000.000). Pese a ello se prefiere invertir en Lotería en vez de en crear una empresa porque «crear una empresa supone mucho riesgo».

Analicemos «el riesgo de crear una empresa»:

Supongamos que 2 amigos juntan 3.000€ y buscan a clientes para proporcionarles un servicio. Los clientes anticipan parte del dinero y el servicio se cobra con normalidad. Al cabo de un año, ambos socios están ganando 60.000€ entre los dos, dando este servicio. Son por ejemplo fontaneros y trabajan en su casa. Han logrado los clientes buzoneando personalmente y poniendo anuncios por las calles.

Inversión = 3.000€

Rendimiento anual = 60.000€

Riesgo = 50%

Analicemos el Riesgo de la Lotería

Gasto semanal = 30€

Gasto anual = 1.560 €

En 10 años = 10.560 €

Riesgo = 100%

Retorno de la inversión = 0

Pese a ello, la mayoría de la gente prefiere hacerse rico por arte del destino que invertir en una empresa.

Seamos serios

Una empresa funciona en base a reglas racionales. Cuando las ventas van mal se debe a que el mercado está parado o hay mucha competencia o nuestra oferta es pésima. No se debe a que ha salido una bola del bombo o a que hemos comprado una estampita de San Pancracio y que la veneremos todos los días.

No hace falta tener un master en Empresariales para gestionar un negocio. Sólo se necesita saber cómo funcionan las cosas en tu sector y tener experiencia, porque lo que pasa ahora, seguro que ha pasado en el pasado y pasará en el futuro.

En cambio, la Lotería no sirve para nada. Es un impuesto regresivo, ya que son las clases más pobres las que invierten en pedacitos de papel creyendo que les servirá para algo. Ellos seguirán igual de pobres, las arcas del Estado más llenas y algún infeliz se hará rico y motivará los sueños irreales de muchos infelices más que creerán que las cosas vienen del cielo, que no existe el «causa – efecto», y que comprando un ticket se curan todos los males.

Mientras haya gente que piense así, habrá paro y pocas empresas, un montón de ingénuos empobrecidos y un Estado con sus arcas llenas a costa de los sueños de la gente.

Como decía mi abuelo = «La mejor Lotería, el trabajo y la economía.» Y tenía razón. Empezó de la nada, no compró nunca Lotería y terminó rico.»